Luego de una maratónica jornada en Dichato y Tome, los profesionales regresaron durante estos días a la ciudad puerto.
Luego de una maratónica jornada, finalmente durante estos días retornaron a la ciudad puerto los funcionarios del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) que prestaron ayuda a las familias afectadas por los incendios forestales registrados en la zona sur del país.
Tras retornar a la ciudad puerto, fueron recibidos por el nuevo director (s) del hospital Claudio Vicuña Enrique Jiménez y la encargada de Gestión Asistencial Ximena Parada, quienes destacaron la labor realizada por los funcionarios en las zonas afectadas por los siniestros en Tomé y Dichato.
Luego del encuentro, el director (s) señaló que “nos sentimos orgullosos del personal enviado que fue a contribuir con un pequeño grano de arena frente al desastre que viven nuestros compatriotas del sur de Chile, quienes han perdido bienes materiales y en algunos casos inclusive vidas humanas, por ello, es que frente al dolor y al sufrimiento no podemos estar ajenos y ante la solicitud de una ambulancia y personal no dudamos en ir en respaldo de la fuerza de tarea que bomberos de la provincia destinó para apoyar a la región del Biobío”.
El profesional además manifestó que “con convicción decidimos el envío del móvil y personal solicitado y hoy (domingo) que regresaron sin novedad nuestro hospital solo siente orgullo de su personal. Además de que se enmarca en el sello de humanidad que esta nueva dirección quiere imprimir a su gestión como hospital compasivo y que se expresa en la ecuación empatía más acción que es igual a solidaridad”.
Esta última comitiva la conformaban los conductores Francisco Silva y Víctor Jara, el reanimador Francisco Martínez y por último, el técnico a nivel superior Yerko Leiva, quienes en su labor estaban al pendiente del resguardo tanto del equipo de bomberos, como de los habitantes del sector que podrían ser perjudicados con contusiones, heridas y/o inhalación de humo con el incendio.
El conductor Francisco Silva comentó que “fue una experiencia nueva, fuerte, pero a la vez gratificante porque diferentes bomberos nos comentaron que era la primera vez que estaban acompañados de una ambulancia para su resguardo en una catástrofe de este tipo”.
Agregó a su vez que “lo fundamental de nuestra ayuda es que bomberos no perdieron el ritmo de trabajo, ya que eran atendidos en el lugar siendo la principal urgencia el daño ocular producido por las cenizas”.