·El club de fútbol llevó mercadería y juntó algunas lucas para solidarizar con abuelita que perdió su casa en un incendio el viernes en Llolleo.
La solidaridad no tiene colores, camisetas ni gustos futbolísticos. Cuando alguien necesita ayuda se dejan de lado las banderas, los cánticos y la rivalidad deportiva.
Al menos así lo entienden en el Cerro Alegre, porque sus barristas dejaron de lado todo su fanatismo para ir en ayuda de un pequeño y su familia. El niño juega en los cadetes de Juan Aspeé, pero eso no fue un impedimento para que los forofos albos se organizaran y llegaran hasta el sector alto de Llolleo con cajas de mercadería y dinero.
El viernes en la noche María Salas perdió su casa, ubicada en José Miguel Carrera con Zapahuira. La abuelita cuida a sus 3 nietos de 13, 10 y 9 años.
La casa vecina resultó dañada en un 30 por ciento, según el informe de Bomberos y la municipalidad.
El mayor de los nietos juega en Juan Aspeé y el caso conmovió a la barra del Cerro, que olvidó que la tienda naranja en su rival.
José Durán, barrista, jugador, técnico y dirigente de los albos, contó que “con mi mujer conocemos de cerca al niño mayor, lo vimos en la selección y sabíamos que tenía problemas económicos. Ahora supimos que se le quemó la casa y como sabíamos que son súper pobres, el caso nos llegó al corazón”.
La barra del Cerro Alegre durante la pandemia, e incluso desde antes, está empeñada en cambiar la imágen de un grupo conflictivo y mediante acciones sociales muestra su nueva actitud.
“Hicimos un a campaña en el club, juntamos alimentos no perecibles y unas lucas”, precisó el “Negro” Durán.
-¿Por qué ayudan a personas de otro club?
-En este caso se tiene que dejar la rivalidad a un lado y tratar de apoyar con un grano de arena. Si se puede hay que hacerlo nomás.
La barra del Cerro lleva meses organizada para ayudar a los más necesitados. “Estamos trabajando súper bien, mucha gente nos está apoyando”, relató.
Muchos vecinos del barrio sufren con las secuelas económicas que trajo el covid-19. “Los jóvenes de la barra, en su mayoría está trabajando y podemos ayudar a nuestros vecinos que están mal”, aseguró.
Y el defensor agregó que “varios de los cabros crecieron, maduraron y por eso le queremos cambiar la cara a la barra del Cerro Alegre, porque éramos mal catalogados. Con estos gestos queremos demostrar que estamos cambiando”, explicó sobre el gesto que realizaron con este pequeño de Juan Aspeé que necesita ayuda en este complicado momento.
Foto: Facebook Juan Aspeé.