El ladrón detrás del juez

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Sergio Velasco de la Cerda realiza un profundo análisis respecto al “Caso Luis Hermosilla” y sus consecuencias políticas.

El señor de los pasillos, compite con el señor de los anillos.” (Anónimo)

Ciper-Chile, destapó la olla, un olor nauseabundo se esparció por los círculos del poder, del dinero marcado, de las conjuras entre pares, de grabaciones ocultas, de puñaladas arteras. El ayer socio de las mismas fechorías, había que desenmascararlo públicamente con las mismas armas, que utilizaron para para engañar y extorsionar.

Una pasada de cuentas entre poderosos que se manifestó en una truculenta grabación, revelando una red de mafiosos, que se creían inmunes. Delincuentes de cuello y corbata, amparados por su controvertido prestigio.

El fatídico “Audio” causó un sismo, de incalculables consecuencias. Se suman a otras muchas denuncias de corrupción que alarman a la opinion publica. La desconfianza reina, la probidad es un mito.

La gente está cansada, la rabia se acumula, el malestar aflora, la bronca crece y el ciudadano a pie grita desesperado hasta cuándo se mofan de ellos, con esa sonrisa sarcástica de impunidad total.

Luis Hermosilla, se incriminó solo, su locuaz verborrea telefónica, lo sumerge en esta telaraña venenosa, que corrompe a instituciones del estado. Los funcionarios de confianza, van cayendo, unos tras otros, al recibir el, fajo de billetes, Ese dinero maldito, de algunos grandes y adinerados tránsfugas, lo juntan en una caja negra, para depravar la conciencia de probos y otrora intachables empleados públicos.

El conocido adagio “El ladrón tras el juez” cae como anillo al dedo toda vez que son los excelsos juristas, los que deben no solo parecer, sino que ser, por su formación profesional los guardianes de la ley, respetarla haciéndola respetar al máximo. Cueste lo que cueste y a quien le cueste, sin importar sacrificio alguno, para dormir en paz. 

Simplemente la avaricia puede más que la honradez, rompe el saco, esparciendo la perversidad

En este caso como en múltiples otros han sido así, comprometiendo vergonzosamente al Colegio de Abogados, hasta la médula de su importante función ética, como en las universidades donde dictaban clases. 

El trio de inescrupulosos expertos en eludir impuestos, hacían y deshacían, en las oficinas del Servicio de Impuestos Internos (SII) y de la Comisión para el Mercado de Financiero (CMF). 

Pirómanos de armas tomar, ofrecían quemarlas si no lograban sus macabros objetivos para su elite de clientes.

Intentan victimizarse por carriles distintos, cada uno con su versión particular, las que, con su trayectoria penalista, les acomode ante la fiscalía, que ya, está funcionando, por el revuelo nacional causado por los procedimientos empleados al margen o al borde de la ley, la que juraron venerar. 

Coincidimos en el valor y la necesidad de la investigación exhaustiva. No intenten hacernos comulgar con ruedas de carreta, como bien señalara el fiscal Arias, “somos tontos hasta el medio día no más”. Ya que a confesión de partes relevo de pruebas, y punto.

Como otra de sus aristas, al futuro inculpado le acomoda esta Constitución que le mantenga sus privilegios, que continúe con las iniquidades, que acepte las malas práctica, que perpetue una justicia para ricos, y una injusticia para pobres, y por sobre todo que permita la impunidad a abogados de la mafia financiera.

Después de esto y todo lo   que vemos a diario, seria cómodo marginarse, que otros tomen las decisiones por ti. No es posible ni ética ni moralmente permitirlo, hay que estar, en contra de los que sobornan. En contra de los lobistas de las redes del poder. En contra de los y las abogados que trafican influencia, para especular, y pervertir.

EDUARDO FREI MONTALVA, sentenció su asesinato, cuando en el “Caupólicanazo” el 27 de agosto de 1980, en pleno régimen militar, en representación de todas las mujeres y todos los hombres libres llamó valientemente a votar en contra de la constitución del Dictador. 

Sigamos su ejemplo, por bien de Chile.


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