Desde el principal recinto asistencial de San Antonio aseguran que el ente fiscalizador no los notificó sobre falencias en las forma de enfrentar la pandemia.
Durante el mes de abril funcionarios de la Seremi de Salud de Valparaíso recorrieron las instalaciones del Hospital Claudio Vicuña de San Antonio y detectaron una serie de deficiencias en el manejo del covid-19. Estas falencias habrían derivado en el brote que se propagó en el recinto asistencial.
Falta de protocolos de sanitización y traslado de pacientes, salas compartidas por pacientes contagiados con otros sospechosos, incumplimiento de la distancia social en espacios comunes como el casino y carencia de procedimientos para eliminar material posiblemente infectado fueron algunas de las deficiencias detectadas y que fueron comunicadas a la Contraloría Regional, organismo que habría enviado una serie de recomendaciones a la administración del nosocomio.
Desde la dirección del Hospital Claudio Vicuña, informaron que “oficialmente no ha llegado nada de la Contraloría General de la República respecto a esta materia, no obstante, podemos informar a la comunidad que el Hospital Claudio Vicuña de San Antonio ha mantenido una actualización constante de su forma de trabajo y de sus protocolos clínicos. Esto último siguiendo los lineamientos del Servicio de Salud Valparaíso –San Antonio y del Ministerio de Salud con el objetivo de entregar una respuesta oportuna y de calidad a nuestros pacientes”.
Según la plana administrativa del recinto “lo mismo se ha hecho para asegurar la seguridad de sus trabajadores. Hoy existe un programa de sanitización para prevenir contagios, el que incluye la desinfección con amonio cuaternario en las áreas clínicas de forma diaria y administrativas de forma semanal o cuando el jefe de servicio lo solicita”!
Para ejecutar estas labores afirman que cuentan con el equipamiento necesario gracias a las donaciones de la diputada Camila Rojas y de la Fundación San Antonio Siglo 21.
También se refirieron a los procedimientos de los traslados. “En mayo, después de advertir la necesidad de contar con trasladados medicalizados desde San Antonio hacia la UCI Covid del Hospital Carlos van Buren se protocolizó este procedimiento, que busca resolver las necesidades de los pacientes cuya gravedad amerita este tipo de traslado. Lo mismo se hizo para la entrega de los elementos de protección personal, de procedimientos clínicos al interior del recinto, entre otros”.
En relación al desecho de los elementos de protección personal explicaron que “esto se hace en contenedores con tapa que informan el tipo de residuo en su interior, tal y como lo han corroborado inspecciones internas, de la Seremi de Salud y de la Superintendencia de Salud”.
Y en cuanto al funcionamiento del comedor la dirección del hospital dijo que “este espacio cuenta con la distancia requerida, hecho del que los propios funcionarios son testigos al ver que este lugar tiene turnos para el almuerzo y un número limitado de sillas por mesa con el objetivo de evitar aglomeraciones”.
Ademas se envió a dos enfermeros especializados en las Infecciones Asociadas a la Atención de Salud (Iass), quienes realizan inspecciones diarias con el objetivo de mantener las normas sanitarias, y se habilitó un área médico quirúrgica para pacientes que no están afectados por covid, lo que permitió sumar un mayor número de camas; y que se habilitó un box de reanimación en la Urgencia Respiratoria y se está implementando un laboratorio de biología molecular para procesar las muestras de PCR.