Sebastián Alvarado (19) se quedó con el primer lugar en la categoría juvenil sub 20 del torneo desarrollado en Quirihue.
Sebastián Alvarado (19) recuerda a la perfección cómo fue su primer encuentro con el ajedrez.
De acuerdo a sus palabras, fue justamente su padre, Marco Alvarado, quien le inculcó a los ochos años los conocimientos básicos del juego de mesa.
Sebastián comenta que tras ese primer acercamiento, inmediatamente su deseo por aprender más sobre el ajedrez creció con el paso del tiempo, a tal grado que su curiosidad hizo que fuera enganchándose cada vez más en la disciplina.
“En esos tiempos recuerdo que buscaba mucho en libros sobre cómo jugar. Además, también tuve la fortuna de jugar varias partidas con el profesor de ajedrez Leonardo Farías. Él me enseñó algunas cosas y cuando me vio, dijo que tenía harto potencial. Él fue digamos el primer maestro que tuve cuando comencé con este deporte”, indica Sebastián al momento de hacer memoria de su trayectoria.
Desde aquel momento, el joven ha acumulado una basta cantidad de títulos, siendo el último obtenido este año tras coronarse campeón nacional absoluto de ajedrez en la categoría juvenil sub 20 del torneo desarrollado entre el 17 al 21 de enero en la comuna de Quirihue, en la región de Ñuble.
“Fue una competencia álgida, porque habían 34 exponentes de varias partes del país dando lo mejor de sí. Eso sí, yo me tuve que focalizar mentalmente, porque el ajedrez es una disciplina que requiere mucha concentración y precisión”, comentó Sebastián.
-¿Y cómo fue tu experiencia en ese torneo?
-Fue una hermosa experiencia, ya que, aparte de haber obtenido el primer lugar, pude compartir mucho conocimiento sobre este deporte con otras personas. Además, este no es el primer torneo en el cual participé las últimas jornadas, puesto que el año pasado saqué primer lugar en parejas en la Batalla de Universidades de la UDP.
-¿Qué proyecciones tienes a futuro ahora?
-En estos momentos me estoy focalizando en mis estudios, ya que estoy estudiando Ingeniería en Matemática. Sin embargo, una meta que tengo es poder competir en los juegos panamericanos y sudamericanos a futuro, pero lo primero son los estudios.
Su padre, Marco Alvarado, no pudo ocultar su felicidad tras el logro obtenido por su hijo, señalando que “para mi es todo un orgullo, porque desde que comenzó con esto, él le ha puesto mucho esfuerzo y trabajo para ser el mejor”.