Tristeza en el magisterio de San Antonio por muerte de querida profesora de la Escuela Pedro Viveros Ormeño

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·Glenda Salgado falleció el 17 de septiembre tras una extensa batalla contra el cáncer.

La vocación, la entrega y el compromiso con sus alumnos es el recuerdo que dejó la querida profesora de la Escuela Pedro Viveros Ormeño de Tejas Verdes, Glenda Salgado.

La profesora, quien además fue directora del establecimiento educacional de este sector de Llolleo, luchó por más de una década contra un cáncer.

Durante su carrera como profesora se caracterizó por su desempeño académico, pero también con el apoyo que le brindaba a los estudiantes y a las familias que lo necesitaban.

Así lo recordó Eliana Rojas, expresidenta del Colegio de Profesores de San Antonio, con quien compartió labores en la Escuela Pedro Viveros Ormeño, llegando a establecer una estrecha amistad que las unió hasta hoy.

“Ella tenía una idea de lo que era la educación de nuestros niños muy parecida a la mía, se conmovía con los niños, trataba de ayudarlos, tenía un corazón muy grande, era una mujer muy noble. Siempre ayudando a los niños y a las mamás incluso, preocupándose de ellas”, comentó la docente con evidente tristeza por la partida de su amiga de tantos años.

Además, Eliana Rojas destacó la preocupación que mantuvo Glenda Salgado por la escuela y sus alumnos, a pesar de haberse retirado del recinto debido a su enfermedad.

“Ella siempre estaba preocupada de la escuela, de los niños, de cómo funcionaba todo, a pesar de que estaba con licencia y haciéndose su tratamiento de su cáncer con su quimio, redioterapia, los viajes, ella se sobreponía. Ahí la empecé a admirar, porque tenía una fortaleza increíble, yo la llamaba y lo primero que me preguntaba era, ¿cómo estás Eliana?”.

Glenda Salgado junto a su hija Jéssica.

“Cuando se fue de la escuela nosotros queríamos hacerle un homenaje y ella no quiso. Una vez la invité a una actividad de la escuela y llegó, ahí le hicimos una especie de homenaje, igual estaba contenta, pero no se esperaba. No sé si esa vez le fallé o no, pero sentí que se lo merecía”, recordó la expresidenta del magisterio sanantonino.

Eliana Rojas contó que “yo le decía que admiraba su valentía, porque por todo lo que pasaba y esas ganas de vivir, era una mujer increíble, dio la pelea hasta el final y tenía un corazón de oro, un corazón tan lindo, fue una bella persona. Nunca la vi flaquear, tenía una energía positiva. Ahora está descansando, espero llegue a un lugar hermoso donde pueda descansar”.

Glenda Salgado Espinoza deja a su hija, la periodista Jéssica Salgado y a su querida nieta Leonor Orellana.

Sus restos son velados en su casa de la calle Alonso de Ercilla en Llolleo y funeral será mañana. Sus restos serán cremados en Santiago y luego sus cenizas esparcidas alrededor de un manzano que está en la casa de su querida hija en Santo Domigo, como ella lo pidió antes de dejar su legado como profesora, madre y abuela.


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