[Columna de Sergio Velasco de la Cerda] Machado: Misión Imposible

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“La dictadura se presenta acorazada, porque tiene que vencer. La democracia se presenta desnuda porque tiene que convencer” Antonio Gala, (español)

Los distintos gobiernos de América Latina pasan por ciclos de constante inestabilidad política, que se ha hecho una insana costumbre en muchos países del continente americano.

Las causas son variadas, a mi juicio la principal de todas, la corrupción, mal que corroe a la sociedad civil en su conjunto, donde se pone en tela de juicio a todo el aparato estatal.

Ahí se crea un campo fértil para los caudillos, cómplices de atroces golpes de estado, donde los poderes se concentran en un espurio personaje. En la mayoría de las veces se trasforman en abominables dictaduras, apoyadas por la fuerza de las armas.

Para mantenerse en el poder, violan sistemáticamente los derechos humanos, coartando la democracia, la justicia, y el sagrado derecho de pensar y decidir libremente su destino.

Chile lo vivió en carne propia durante largos 17 años donde el poder total y absoluto lo ejerció Augusto Pinochet, quien, tras el bombardeo a La Moneda, arrasó con la democracia y se llevó la vida del legítimo presidente constitucional, el 11 de septiembre de 1973.

Han transcurrido 50 años de este histórico trágico y nefasto acontecimiento, donde las heridas causadas permanecen abiertas, por los crímenes y abusos cometidos, cuyos familiares aún esperan justicia y reparación, para perdonar y vivir en paz.

Confieso que no fue fácil retornar a la democracia perdida. Los odios y las rivalidades estaban muy presente, fue un parto de las montañas lograr acuerdos. Líderes y partidos políticos entendieron que el objetivo era uno solo, ser personas libres…Mas nada.

Tras una lucha encarnizada, se consiguió con un plebiscito, donde no se derramó una sola gota de sangre. El triunfo del NO fue un grito de esperanza que se escuchó en el mundo entero.

Pero América Latina no aprende. El heredero del chavismo, Maduro, pretende legitimarse en el poder por otro periodo, obstaculizando a cualquier rival que se le oponga, en diciembre del 2024, sea quien sea.

María Corina Machado tiene la osadía de enfrentársele, con amplio apoyo en las encuestas, en las primarias de la oposición, pero ya fue inhabilitada por una resolución administrativa. Craso error.

Igual como le sucedió a Henrique Capriles y Freddy Superlano, quienes intentaron vanamente competir en las arenas movedizas, a favor del autoritario y déspota gobernante.

Existen una docena de pre-candidatos, algunos simples “palos blancos” con el fin de dar una imagen de transparencia. La opinión internacional ha manifestado su total rechazo a la medida impuesta, piden y exigen elecciones libres, informadas, seguras, con reglas claras, donde las y los ciudadanos voten sin temor.

Machado señala que nada ni nadie la detendrá, seguirá en competencia, espera estar en la papeleta, lograr ser la candidata única de la oposición para derrotar al dictador, solo con un lápiz y una raya en el voto. Volver a la democracia será su mayor triunfo.Una misión casi imposible, encabezada por una mujer, que sigue los pasos del libertador Simón Bolívar, para lograr la segunda independencia de su país.


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