Amaro Muñoz (16) cuenta que su ingreso al club deportivo “Los Delfines” se generó a través de un casual encuentro de “llegar y mirar”. ¡Esta es su historia!
Amaro Muñoz (16) es estudiante de segundo medio en el liceo Juan Dante Parraguez, pero cuenta que su ingreso al club deportivo “Los Delfines” de San Antonio se generó a través de un casual encuentro de “llegar y mirar”.
De acuerdo a sus palabras, fue en el mes de octubre del presente año cuando se produjo su primer acercamiento, tras sostener una conversación con el profesor del club, Erick Oyarzún.
“Recuerdo que comencé a mirar los encuentros y el trabajo que hacían los niños en el campo de juego. Ahí empecé a mostrar interés en participar y en ayudar en los entrenamientos y en la preparación. Recuerdo que hablé con el profe Erick Oyarzún, quien me dijo que no tenía problemas en ingresarme al club. Así fue como comenzó mi historia en Los Delfines”, cuenta Muñoz a AquíSanAntonio.cl.
Amaro prosigue su relato, manifestando que “en un principio me dedicaba a ayudar al profesor Oyarzún en temas de organización y clases de entrenamiento. Sin embargo, como a veces el no podía hacerlo todo a la vez, comenzó a dejarme a cargo de algunas tareas. Al ver que se hacía muy paulatino esto, finalmente él quiso designarme como profesor de fútbol, algo que hasta el día de hoy desempeño con orgullo”.
Y añade que “la verdad es que para mi esto fue muy de repente, ya que nunca me imagine que a esta edad me iba a convertir en profesor de fútbol de un club. Claro, muchos también, en especial algunos apoderados, se lo tomaron con sorpresa esto, sin embargo, creo que esto se debió a la confianza que muchos depositaron en mí y a la química que se generó a la hora de ayudar a mejorar a los niños de nuestro club”.
-¿Cómo exactamente es su trabajo en el club?
-Me encargo más que nada en preparar y entrenar a los niños. Realizamos preparación miércoles, jueves y sábados en la cancha ubicada cerca del colegio Fénix. En ese sentido, nuestro ambiente se basa en la buena convivencia, el respeto y el deseo de querer aprender para ser el mejor.
“Para mi esta experiencia resulta inigualable, ya que no solo hago lo que me gusta, sino que también ayudo a otros a que vean cómo son sus capacidades, sus debilidades y fortalezas. En sí es un ambiente familiar, porque uno quiere entregar lo mejor a los demás. La verdad es que me siento muy motivado”, recalca Amaro.
-¿Cómo ha sido el ambiente tras ser un profesor joven en el club?
-Ha sido de lo más sano, ya que como dije, el ambiente es siempre de respeto. En ese sentido, estoy agradecido con los profesores Erick Oyarzún y Gabriela Cabello por el excelente trabajo que han estado realizando. Del mismo modo, también hay que destacar el compañerismo y el esfuerzo que los niños del club entregan cada día para hacer crecer más esta organización.
Amaro comenta que “la verdad es que yo quiero dedicarme a esto, ya que a mi me apasiona el fútbol. Me gustaría quedar como profesor permanente, ya que la idea que tenemos es que el club crezca mas, a tal grado de que podamos tener una división adulta. Si bien ahora estamos participando en puros encuentros locales, la idea que tenemos es poder participar en otros torneos fuera de la región. En ese sentido, nos gusta mucho colaborar porque el compañerismo es algo que todos lo tenemos”.
Y agrega que “como dije el fútbol es algo que me apasiona, ya que también estoy entrenando en escuela de fútbol Villa El Trigal a cargo de los profesores Armando ´Pérez y Roberto Gutiérrez. Por eso yo quiero dedicarme a esto, a la enseñanza del deporte”.
El club “Los Delfines” está conformado por 30 niños y tres profesores, siendo estos Erick Oyarzún, Gabriela Cabello y Amaro Muñoz.