Los vecinos del Cerro Bellavista, en San Antonio, serán los beneficiados.
El pan debería ser un derecho fundamental de los chilenos. Nos gustan las marraquetas y las hallullas, quién no se ha tentado con una dobladita, un pan amasado o una tortilla de rescoldo. Le ponemos lo que pillamos y si no hay nada, igual nomás.
Hoy en tiempos de crisis, cuando las lucas escasean un pancito salva para engañar el estómago. Es lo más básico y por eso nunca debería faltar en los hogares.
Respondiendo a esta necesidad la Municipalidad de San Antonio adecuó un proyecto que se ha propagado por varias comunas, incluso en el puerto.
Muchos escuchamos de farmacias populares, de ópticas populares hasta de departamentos populares, pero una “amansadería popular” dio el golpe a la cátedra.
Para echar a andar este proyecto se aprovechará una amasandería que tenían las religiosas de la capilla “Nuestra Señora de Guadalupe” en el sector de las Planicies de Bellavista y que no funcionaba.
Ahora los hornos volverán a funcionar, la harina será amasada y el olor y el sabor del pan recién hecho estará a disposición de los vecinos que más lo necesitan en estos momentos.
A través de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) se financiarán los costos para poner la amasandería popular en funcionamiento, entregando el pan a los vecinos más vulnerables durante la cuarentena a cambio de un aporte voluntario, para después ofrecerlo a un precio módico.
Nos va a salir bien esto, va a funcionar. El sector de Bellavista es muy amplio y hay mucha gente cesante”.
Nivia Castro, presidenta de la Junta de Vecinos Planicies de Bellavista.
“Dentro de todas las acciones que está desarrollando el municipio surgió esta posibilidad de reactivar una amasandería ubicada en el sector de Bellavista junto a la congregación de las religiosas que están bastante comprometidas junto con la comunidad, esperamos tenerla funcionando el lunes y va a estar destinada para las familias más vulnerables del sector a adultos mayores y poder colaborar con las ollas comunes de este territorio”, explicó Manuel Vidal, director de la Dideco .
Por su parte, Nidia Castro, presidenta de la junta de vecinos Planicies de Bellavista, agradeció el apoyo del municipio para ejecutar esta iniciativa que va en beneficio de las familias que más necesitan.
“En este momento estamos muy contentos porque también queremos apoyar y colaborar con nuestros vecinos que están sin trabajo, entonces para nosotros es una muy buena iniciativa que el municipio nos esté apoyando en este sentido”.
Andrés Caro es el panadero que fue contratado por el municipio para que elabore las marraquetas y hallullas diariamente. “Para mí es excelente, muy buena idea. Además para poder trabajar, porque en este momento estoy cesante. Ojalá que salga todo positivo con el pancito que vamos a fabricar con los vecinos acá, para llegar a todos los que tienen menos, eso es lo esencial”.
Verónica Yumani, religiosa de la capilla Nuestra Señora de Guadalupe, es boliviana y lleva 9 años en San Antonio y se declaró muy contenta con la reapertura de la amasandería. “Muy feliz de poder ayudar, me gusta hacer obra social. Siempre he querido ayudar, pero por la pandemia no se puede salir sin permiso. Voy a apoyar en lo que puedan necesitar y así trabajar en comunidad con todos los vecinos de Bellavista, porque hay mucha gente que lo necesita”.
Desde el lunes los vecinos de Bellavista tendrán algo tan básico como el pan.
Fuente Municipalidad de San Antonio.